EL SEÑOR TE DE LA PAZ
Nosotros, Ministros y Ministras Delegados y Delegadas de las Ordenes y Congregaciones de la Familia Franciscana reunidos en Asamblea ordinaria en la Ciudad de San Pedro Sula del 26 al 31 de agosto de 2019, les saludamos a todos y todas con el don de la paz.
Desde el tema orientador de esta Asamblea “Abriendo caminos de Diálogo y Paz”, y en el contexto de los 800 años (1219-2019) del encuentro entre San Francisco y el Sultán, en primer lugar, dirigimos una oración de gratitud y alabanza a aquel que nos ha traído la paz como don, y nos ha reconciliado, haciendo de todos los pueblos una sola familia para vivir en la libertad de los hijos de Dios. (Cf. Gal 3,27-28.)
En segundo lugar, expresar nuestro agradecimiento solidario y comprometido para con todas las Comisiones, fraternidades y otras entidades que desde el carisma franciscano están abriendo caminos de diálogo, paz y reconciliación. Estos hermanos y hermanas son signos elocuentes de profecía y de contradicción; hasta el punto de experimentar la persecución y la criminalización en esta convulsionada realidad política, social y ambiental Centroamericana en que vivimos.
Acogemos con alegría y esperanza la iluminación que nos hiciera monseñor Bonello al inicio de la Asamblea, quien nos propuso, que ante las dificultades para conseguir la Paz y responder a los retos que esta realidad nos plantea, asumamos como principio fundamental de partida que “la paz no es ausencia de guerra, sino presencia de Dios”. Así mismo, el obispo de Juticalpa, nos recordó cuál es el ser y el quehacer franciscano: “Somos hombres y mujeres llamados por Cristo, y como Francisco enviados para ser instrumentos de paz y reconciliación.
Desde nuestro ser menores y desde esa identidad carismática, no obstante la complicada problemática que vivimos, renovamos nuestro compromiso fraterno y profético con los últimos, los vulnerables y los vulnerados, de nuestra historia, los migrantes, los jóvenes, los indígenas, y la madre Tierra quien, con los incendios y destrucción de la amazonía, la basura y la contaminación, la desertificación por la deforestación, la minería a cielo abierto sufre y agoniza, y con ella todo el ecosistema, ya que como lo señala el Papa Francisco en su carta encíclica Laudato Sí “todos estamos interconectados”.
Como conclusion de la asamblea, nos sentimos ahora más que motivados a actualizar en el aquí y en el ahora la experiencia de san Francisco; despertando la herencia carismática que, cual gigante dormido “llevamos como tesoro en vasija de barro” (2Cor. 4, 7); “para que, siempre súbditos a y sujetos a los pies de la misma santa Iglesia, en la fe Católica, guardemos la pobreza y humildad y el Santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo que firmemente hemos prometido” (RB XII).
Destacamos que para asumir todos estos retos y situarnos como presencia franciscana significativa del Reino y para el Reino en esta esta realidad de América Central es urgente y necesaria la unidad de la familia Franciscana, así como la revitalización comprometida con el Centro Franciscano como entes de comunión, reflexión y animación. Motivamos pues a todos los frailes, hermanas, y miembros de la OFS-JUFRA a dejar todo egoísmo y actitud de soberbia, y levantemos la bandera de la fraternidad que nos lleve a una presencia más creíble, significativa, ya que la paz con todas las creaturas es tarea de todos, y revitalizar la familia franciscana es un compromiso y un bien de todos.
Finalmente, la Asamblea pone de manifiesto que estamos a las puertas de celebrar los 25 años de caminar juntos. Por tanto, Reconocemos y agradecemos el esfuerzo de aquellas Congregaciones y Ordenes que han estado comprometidas con la identidad franciscana, con la familia franciscana y con el Centro.
Gracias a los y las Superioras que han creído en todo este proceso, y han abierto con su testimonio y compromiso caminos de dialogo y paz. Durante este tiempo nos hemos sentido acompañados por el cariño y la oración silenciosa de las hermanas Clarisas. De igual manera, reconocemos el servicio y trabajo que se está haciendo desde la realidad de cada país de América Central; así como el trabajo de las instancias de la Familia Franciscana, de modo particular el protagonismo del Centro franciscano, la comisión centroamericana de JPIC, y de aquellas personas e Instituciones afines que van acogiendo y testimoniando los valores franciscanos desde su vivencia cotidiana, muestra de ello es el testimonio de la hermana Lourdes Fernández y la Institución Franciscan School que ella coordina, a quienes agradecemos por todo el bien que nos han hecho, y que ahora le agradecemos por las atenciones y la acogida de esta asamblea en esta porciúncula franciscana..
Para cerrar esta memoria agradecida recordamos con especial cariño aquellos hermanos y hermanas que dieron su vida a estos ideales franciscanos, y que ya al final de la tarde han avanzado hacia la plena paz y duermen ya el sueño de los justos: fr. Pedro O’Neill OFM, hna. Anselma Gunn, OSC, como también a Fray Gerardo Potter, OP y otros tantos hermanos con quienes hemos comulgado en este caminar por la justicia y la paz.
Es hora de asumir en este presente y ver el futuro con esperanza, asumiendo las actitudes y virtudes de nuestros seráficos padres: Hno. Francisco y Hna. Clara, y renovar la experiencia de la ternura vital, del legado franciscano que nos acoge, perdona, nos abraza y nos bendice, para que transitemos por caminos de diálogo y paz hacia la plenitud del Reino. Que la Virgen María y su Esposo san José nos ayuden e intercedan.
Asamblea Ordinaria de Superiores mayores de la familia Franciscana de America Central